El trabajo con ACL (Access Control List), es útil cuando se quiere dar permisos o revocar a un usuario o grupo determinado sobre directorios y objetos. A mi personalmente no me gusta demasiado, queda todo demasiado «oculto» y caprichoso para mi gusto. Aunque hay que reconocer que en determinadas situaciones puede ser la mejor solución.
Un requisito para poder trabajar con ACL es tener montado el volumen con la opción adecuada. Esto es posible hacerlo sin desmontar ni reiniciar con el comando: